8.6.11
Melchor haciendo cosas que no tendría que hacer a esta edad. Tiene 22 lo juro.
Melchor te dedico:
…“Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y
después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió
y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en
la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una
vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber
absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor
mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte.
La observaron largo rato en silencio y pasaron al comedor.”…
…“Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y
sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo.
Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dió un grito de horror
con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los
bandós:--sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las
patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y
viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado
sigilosamente su boca--su trompa, mejor dicho--a las sientes de
aquella, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La
remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo,
pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fué vertiginosa.
En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.”…
Horacio Quiroga, "El almohadón de plumas"
Etiquetas:
Analía Sirabonian,
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